Cadena de Comercialización del cultivo de Banano orgánico (Musa sapientum L.) en la Hacienda Bellavista, Cantón Daule, Provincia del Guayas.

Fecha
2009
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Editor
Universidad de Guayaquil Facultad de Ciencias Agrarias
Resumen
Posiblemente el banano es la planta cultivada con más antigüedad en el mundo. Hace más de tres mil años ya se lo mencionaba en escritos chinos como uno de los primeros alimentos del hombre primitivo. Los antiguos lo llamaban “fruta de los hombres sabios” (musa sapiens), dada sus cualidades nutricionales superiores. El enciclopedista Plinio (años 23 al 79 de nuestra era), y uno de los primeros escritores que patentó la especie, cuenta que los hindúes, mientras filosofaban a la sombra de una plantación de banano, muchas veces no comían otra cosa, que no sea el fruto de esta planta. Posteriormente, el botánico del siglo XVIII, Linneo la clasificará con el nombre de Musa sapientum L. que quiere decir: Musa de los sabios. Se cree que es la fruta más antigua del mundo, pues su planta data de tiempos prehistóricos, de millones de años. La explotación comercial del banano arranca en el área del Caribe, cuando un químico francés, Jean Francois Pouyat, que vivía en la Isla de Jamaica encontró la especie gross michel en Martinica, sin saber cómo llegó, siendo posible que haya sido originaria, tanto de América como del sur de Asia. Cuando Pouyat regresó a Jamaica, llevó consigo unas cuantas cepas y colines que sembró en la isla, donde se formaron las primeras bananeras. El profesor Wardlaw sostiene que el banano es originario de las zonas tropicales comprendidas entre Indo-Malaya y las islas más al Sur. Paúl G. Minneman cree, en cambio, que el banano es originario de América, tal como el caucho y la quinina y fue llevado al otro lado del hemisferio y desarrollado su cultivo en el Sur de Asia. Existe una leyenda, que dice que el banano crecía en los jardines del paraíso terrenal y en el Corán, se refiere al “árbol del paraíso” (musa paradisíaca) y tratadistas e historiadores, indican que por el año 327 A.C, Alejandro Magno descubrió en la India, plantas de bananos cultivadas, que servían como fuente de alimentación para los nativos. De allí la fruta inicio su periplo hacia el Oriente, a través del Océano Índico y el Este de África. Las excelentes condiciones de orden climático y ecológico que tiene nuestro país, bendecido por Dios y la naturaleza, han permitido que pequeños, medianos y grandes productores desarrollen la explotación de bananos, de una manera que podemos calificarla de democrática en diez provincias del país, que aseguran la posibilidad de abastecer de la demanda mundial los 365 días del año. Esto constituye una fuente de trabajo y de ingresos para miles de familias tanto del campo como de la ciudad, que laboran en las diferentes actividades, que van desde la siembra, como el manejo y control fitosanitario de las plantaciones, llegando al corte y traslado de la fruta a las empacadoras, donde recibe el tratamiento previo al embalaje y traslado a los puertos de embarque. Entre 1942 y 1945, por la segunda guerra mundial, se derrumba la exportación de bananos, en forma drástica nuevamente, para recuperarse en el año 1946, con ventas por 1’301.409 racimos. Superado el conflicto, se dará un repunte en las ventas al mercado mundial el año 1951, con 16’755.066 racimos, que generaron 320’773.951 sucres. En el año 1952 se convierte en el primer exportador de bananos al mundo, pero desde el año 1914 empezó sus ventas de la fruta al exterior, concretamente a los mercados de Perú, Chile y Estados Unidos, bajo la modalidad de racimos, que era por entonces la forma de llevar la fruta a los mercados de consumo.
Descripción
Palabras clave
COMERCIALIZACIÓN, CULTIVO DE BANANO, ORGÁNICO
Citación