Examinando por Autor "Jordán Alvarez, Jéssica Stefanía"
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- ÍtemAcceso AbiertoComplicaciones post-quirúrgicas en pacientes de 25 a 50 años tiroidectomizados por cáncer de tiroides del Hospital Guayaquil Dr. Abel Gilbert Pontón desde febrero del 2016 a enero 2017(Universidad de Guayaquil. Facultad de Ciencias Médicas. Carrera de Medicina, 2017) Jordán Alvarez, Jéssica Stefanía; Medina Flores, Daniel FranciscoLa patología maligna tiroidea representa menos de 1% de los cánceres en general, pero el 90% de las patologías malignas endocrinas; ocasiona aproximadamente 0,4% de la mortalidad relacionada al cáncer. Cerca de 20 a 30% de los nódulos tiroideos y 5% de los bocios multinodulares resultan ser malignos. Es más frecuente en mujeres que en varones, relación aproximada de 3 a 1. La clínica más frecuente es una tumoración palpable, indurada e indolora, de crecimiento rápido. También se pueden presentar disfonía, fijación dérmica del tumor, disnea y disfagia, anorexia, disminución de peso; la función hormonal es variable. Las metástasis son raras e involucran ganglios regionales y luego en pulmones. Podemos clasificar los procesos malignos de la glándula en primarios y secundarios, siendo los primeros los más frecuentes y de mayor importancia. Las neoplasias primarias se dividen según tengan células parenquimales (epiteliales) o del estroma glandular (fibrosarcomas, linfomas y hemangioendoteliomas malignos). Entre los tumores epiteliales, tenemos las formas diferenciadas (carcinoma papilar y carcinoma folicular), formas intermedias (carcinoma medular y de células escamosas) y la indiferenciada (carcinoma anaplásico). Los carcinomas diferenciados corresponden a cerca de 90 a 95% de los carcinomas primarios. El carcinoma papilar es el más frecuente y de menor agresividad de todos los carcinomas tiroideos, representando 76 a 80% de ellos. En cifras generales, sólo hacen 1,5% de todos los cánceres en adultos y 3% de todos los cánceres en niños. La edad promedio es de 30 a 40 años, aunque 10% se desarrollan en menores de 20 años. Se presenta una relación de 3 a 1 en mujeres frente a varones. Usualmente es un nódulo solitario indoloro de crecimiento lento, pero puede presentarse también como bocio multinodular; involucra ambos lóbulos tiroideos en un 30%. Al diagnóstico, 10 a 15% de los pacientes tiene metástasis a los huesos y los pulmones. Los valores de recurrencia están entre 15 y 25% de los pacientes; sin embargo, la sobrevida es alentadora, 90% a 20 años. El carcinoma folicular corresponde a 10% de las neoplasias malignas tiroideas, siendo más agresivo que el carcinoma papilar. La presentación es entre 40 y 50 años y más en mujeres, con una relación de 3 a 1. Se presentan como nódulos solitarios de crecimiento variable, casi siempre indoloros. Raramente producen tirotoxicosis (<1%), debido a que se presentan con mayor frecuencia en lugares con deficiencia de yodo en la dieta. 9 Una variante aquí es el carcinoma de células Hürtle, el cual produce tiroglobulina. Son más multifocales o bilaterales y rara vez captan yodo y 25% ya tienen metástasis al diagnóstico. El carcinoma medular representa entre 4 y 5% de los carcinomas de tiroides. Producen calcitonina con localización en la parte media a superior de los lóbulos tiroideos. No hay diferencia significativa según el sexo, con una relación mujeres-varones de 1,5-1. Cerca de 33% de ellos son familiares, siendo el restante esporádico; en ambas situaciones, se pueden encontrar asociados a la neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (NEM-2). La edad típica de presentación en la forma esporádica es entre 50 y 60 años y en la forma asociada a la NEM-2 entre 20 y 30 años. Son unilaterales en 75% y la mayoría dolorosas, con disfonía, disfagia o disnea. Se asocian también disminución de peso, letargia y dolores óseos, diarrea o síndrome carcinoide. Sólo 1% de los carcinomas tiroideos corresponde al carcinoma anaplásico, siendo la mayoría de ellos originado de un tumor diferenciado. Tiene igual distribución según el sexo que el carcinoma medular, con mayor incidencia entre 60 y 80 años. Es un tumor de crecimiento indurado y rápido, haciéndolo el más agresivo de todos los carcinomas. Es frecuente el compromiso local, con disfonía, disfagia o disnea; además, presenta metástasis cercanas y a distancia. Al diagnóstico, 50 a 69% de los pacientes tiene ya adenopatías evidentes. Dentro de los linfomas, predomina el no Hogdkin de células B, con una presentación cercana al 1% de las neoplasias malignas tiroideas. Confundible con tiroiditis, ya que se presentan luego o durante la tiroiditis de Hashimoto, se muestran como bocio multinodular o difuso, de crecimiento rápido, doloroso.Es más frecuente en mujeres que en varones, principalmente entre los 55 y 75 años. Los otros tumores malignos son extraordinariamente infrecuentes. Las metástasis tiroideas son infrecuentes y son manifestación tardía de un cáncer no primario de la glándula. En cuanto al tratamiento, la tiroidectomía es el componente inicial y más importante en el manejo del carcinoma tiroideo, salvo el anaplásico. La tiroidectomía subtotal, con o sin istmectomía según el caso, es adecuada para pacientes con carcinomas no indiferenciados o microcarcinomas; mientras que la tiroidectomía total está indicada para el resto de carcinomas y recidivas locales. Se debe considerar la terapia posterior con I131, según el grado histológico del tumor y para metástasis sensibles o tejido tiroideo residual, seguida de terapia hormonal. De poseer metástasis ganglionares, se añade la disección radical modificada de cuello.